Habíamos olvidado que el cabello…
BEGOÑA DEL TESO – Donostia, octubre 2020
Simboliza mil cosas más una: genio, sensualidad, dulzura, delicadeza, valentía, arrojo, dinamismo, pragmatismo, feminidad o masculinidad rampantes; elegancia, equilibrio, renuncia, libertad. Habíamos olvidado que María de Magdala secó los pies de Cristo con sus cabellos. Que Sansón perdió su vigor cuando la cruel Dalila le cortó su melena. Habíamos olvidado todas esas películas donde la heroína, tras haber roto sus cadenas, se deshace el moño prieto y deja que sus cabellos caigan sobre sus hombros.
En otros tiempos y en otros cuentos
Olvidado que en otros tiempos y en otros cuentos las pobres huerfanitas habían de cortarse sus rizos de oro para venderlos por unas pocas monedas y poder dar así de comer a sus hermanos pequeños. Olvidado que los vencedores de tantas guerras se vengaban de las mujeres vencidas rapándoles a cero. Olvidado que cuando su tiránico esposo obligó a Lady Godiva de Coventry a cruzar el pueblo desnuda sobre un caballo si quería que él rebajara impuestos y no fuera cruel con su gente, la larga cabellera de la buena dama la cubrió entera y nadie vio su pálido cuerpo. Porque hombres y mujeres cerraron, respetuosos, todas las ventanas a su paso. Excepto un mirón que, como mandan las leyendas, fue castigado con la ceguera.
Habíamos olvidado el orgullo de las mujeres negras de Estados Unidos que reivindican sus cabellos afros negándose a alisárselos.
Pero Rosa Centeno Moreiro, santo y seña de los cuidados naturales, de los cuidados integrales de cuerpo, alma, espíritu y ánimo, nos lo está recordando desde hace más de 25 años desde su consulta de la calle Oquendo, a unos pasos no más de Holi Boulevard.
Más de un cuarto de siglo viajando, buscando, amando, sintiendo, explorando, escalando, caminando. Más de un cuarto de siglo estudiando la raíz, el tallo, la cutícula, el córtex, la médula de cada uno de los millones de cabellos que tenemos. Descubriendo que en la composición de un único pelo entran en juego un 28% de proteínas, un 2% de lípidos y un 70% de agua. Analizando cómo la proteína más abundante es la queratina que supone entre el 85 y el 90 por ciento del peso total del cabello. La queratina, compuesta por cadenas polipeptídicas muy ricas en cisteína. Sus principales elementos son: carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y azufre. En menor cantidad contiene: calcio, cobre, cadmio, mercurio, zinc, plomo, hierro, arsénico, silicio, magnesio, uranio, vanadio, sodio y potasio.
25 años maravillándose ante la capa de Henle y la capa de Huxley que constituyen la funda de la raíz de cada uno de nuestros pelos.
25 años sabiendo, casi desde el principio, que si tu cabello no está sano no lo estarán ni tus dientes ni tus órganos sexuales ni tu hígado ni tus huesos. Porque, bien que se comenta entre Oquendo 12, Boulevard 19 y Easo 14 que todo en nosotros está conectado. Tanto que solo una buena vida nos asegurará una buena muerte.
25 años entre Los Andes y Mongolia. 25 años concentrados en una loción de mucha fama, renombre y estima que contiene artemisa, tomillo, romero, lavanda, manzanilla. Refuerza el cabello, frena su caída. Con una condición: que mientras nos la aplicamos exteriormente trabajemos nuestro equilibrio interior, nuestro bienestar interno, nuestra humildad y nuestro orgullo por estar luchando para lograr ser parte del cosmos. Peleando por amar a los demás sin dejar de amarnos a nosotros. De todo eso lleva (más de) 25 años hablando Rosa en el número 12 de la calle Oquendo.
BEGOÑA DEL TESO – Donostia, octubre 2020